La primera jornada del Mundial de baloncesto femenino se caracterizó por las victorias de todas las favoritas, por la solvencia de España y por la gran diferencia que Bélgica infligió a Puerto Rico.

La selección ibérica sacó del partido a Japón desde el primer minuto gracias a una defensa que le negó el triple, el contraataque y las penetraciones, las bases del juego de las niponas, para un 71-84 que hizo justicia a los méritos contraídos.

Francia y Canadá comenzaron fuertes en el grupo A, con sendas y contundentes victorias por 31 puntos de diferencia sobre Corea (58-89) y Grecia (50-81), respectivamente, y se enfrentarán en la última jornada, el martes 25 de septiembre para dilucidar quien lidera el grupo y se libra de los octavos de final.

En el B, Australia y Turquía dejaron muy claro que son las más fuertes del grupo. Las oceánicas se midieron a un equipo nigeriano (86-68) voluntarioso y guerrero que no pudo superar a una de las aspirantes a mejor jugadora del torneo, la pívot australiana de 2,03 metros Liz Cambage, autora de 34 puntos, 12 rebotes y 4 tapones en 26,21 minutos en pista.

Las turcas se impusieron sin problemas a Argentina (63-37). Las suramericanas luchan y corren, pero en ataque su "falta de gol", como dijo el seleccionador Christian Santander, les penaliza demasiado.

En el grupo D, China le ganó a Letonia (61-64) con apuros y Estados Unidos comenzó muy flojo y no se puso por delante en el marcador hasta el segundo cuarto, aunque al final.