Un jóven hacker portugués fue sindicado por la Policía Judicial de aquel país, como el principal sospechoso del robo y divulgación de correos electrónicos al club Benfica, del chileno Nicolás Castillo, que desataron un escándalo que tienen al club al borde de la suspensión.

Se trata de emails que además afectan a Porto, y que demostrarían que algunos organismos del fútbol luso podrían estar condicionados en favor de algunos clubes, cuestión que está bajo investigación judicial.

El sospechoso fue identificado como un hombre de 30 años, del distrito de Oporto, pero que actualmente reside en un país de Europa del Este.

De forma paralela, la Fiscalía de Portugal desarrolla la investigación del caso bautizado como "E-toupeira" (inflitrado de correos electrónicos), en el que el Ministerio Público acusa a Benfica de un total de 30 delitos de corrupción y pide que se apliquen penas de entre seis meses y tres años sin poder competir.