Por José Arnaldo Pérez @Chascaperez

No ha sido una semana fácil para el deporte de nuestro país ya que Natalia Duco, la mejor lanzadora de bala de nuestra historia, dio positivo en un control de dopaje realizado en abril por una hormona del crecimiento. Si bien la atleta ha indicado que desea ser los más trasparente posible en los pasos que dará, aún resta ver la contramuestra. Y es lo que corresponde, aclarar todo, por el bien de ella y el deporte en Chile, porque consumir sustancias prohibidas es hacer trampa, así de simple, y si  hay inocencia o un procedimiento mal efectuado es conveniente agotar todas las instancias para que no se teja un manto de duda y –como gustaba decir un ex Presidente de la República- las instituciones funcionen. Esperar, no queda otra. Condenar a priori nunca es bueno.

Pero luego de una mala vienen las buenas. Y se habla en plural porque no puede ser de otra forma, ya que primero Bárbara Riveros que no se cansa al correr tampoco lo hace para entregar satisfacciones. “Chika” ahora  remató segunda en el Mundial de Triatlón de distancia larga que se efectuó en Dinamarca. Y este logro se suma a la distinción como la Mejor Triatleta Latinoamericana de la Historia que le otorgó una encuesta de la Corporación Mundial de esta disciplina. Y nuevamente nos hace ilusionar con la obtención de medallas en los Panamericanos de Lima del próximo año, y, si no baja su rendimiento, concretar de una vez por todas su brillante carrera con una presea olímpica en Tokio en dos años más.

Pero dos años más es mucho tiempo. Volvamos al presente ya que en el Mundial sub 20 de Atletismo que se desarrolló en Tampere, Finlandia, las buenas llegaron con el décimo lugar de Mariana García en el lanzamiento del martillo. Y como muchos que lo conocen dicen que ese país es muy parecido al sur de Chile resultó lógico que los nuestros se sintieran como en casa y no desentonaran, ya que lo alcanzado por Claudio Romero en el lanzamiento del disco fue notable al ganar la medalla de bronce, y con 18 años recién cumplidos nos hace pensar en grande, porque hace exactamente un año en Nairobi, Kenia, había conquistado el título Mundial en la categoría menores, mientras Santiago se cubría de nieve, y replicó con un título Panamericano una semana después. Aunque ahora se espera que no vuelva a repetir incidentes con trago, alcohol y golpes de por medio. Claudio Romero está en la edad de tomar definitivamente en serio una carrera que demanda sacrificios y exigencias, pero que lo puede catapultar a la gloria deportiva. Para lo demás siempre habrá tiempo.

Y si hablamos de grandes logros, a nivel internacional, además del título de Francia en Rusia y la corona de Novak Djokovic en Wimbledon, destacó la victoria de Manny Pacquiao por nocaut en el séptimo asalto frente al argentino Lucas Matthysse en Kuala Lumpur, Malasya, arrebatándole de paso el cetro mundial de los welter de la Asociación  Mundial de Boxeo. El púgil trasandino conocido como la “máquina” llegó al parecer aún en rodaje a defender su corona, ya que se vio poco fino, irresoluto y totalmente dominado por los puños del filipino que agigantó su leyenda. La búsqueda de sus poderosos puños, que le han dado 36 victorias por la vía rápida, de las 39 que ganó, fueron muy poca cosa frente a la superioridad del “uppercut” de izquierda y el cruzado de derecha de “Pac-Man”, quien a punto de cumplir los 40 años y cuando muchos aventureros lo daban cerca del retiro se ciñe un nuevo título, llegando a 60 victorias y logrando un nuevo nocaut, que no lograba de noviembre del 2009 cuando se impuso al portorriqueño Miguel Cotto.

Es cierto que son dos realidades deportivas diferentes, la de Claudio Romero, de 18 años con sus primeros galardones a nivel mundial, y Manny Pacquiao, por cumplir su cuarta década, siendo el boxeador que en más categorías ha conquistado coronas, pero en ese contraste distinto ambos están llenos de talento y que si se lo proponen pueden escribir muchas páginas de victoria. Depende sólo de ellos, y acá va la coincidencia, porque los dichos populares señalan a los jóvenes y a los cuarentones que “a esa edad la vida recién comienza”