Este miércoles el Mundial de Rusia 2018 entregó una de las grandes sorpresas con la eliminación de Alemania en la fase de grupos, algo que muchos adjudican a la "maldición de la Copa Confederaciones". 

Hace un año, en una ajustada final con Chile, los germanos se quedaban por primera vez en su historia con el torneo que sirve de antesala para las Copas del Mundo. Lo que no sabían es que no podrían romper el maleficio que ronda al certamen. 

Todo comenzó en 1992. En esa edición Argentina fue el equipo que levantó el trofeo y luego, en el Mundial de Estados Unidos 1994, tuvieron que despedirse en los octavos de final. 

Previo a Francia 1998 se jugó dos veces el torneo y ni Dinamarca, campeón en 1995, ni Brasil (1997), pudieron alzarse en el "Parque de los Príncipes". 

Un año después del Mundial francés, México triunfó en la Confederaciones, mientras que el 2001 fueron los "galos", campeones vigentes del orbe, quienes levantaron el trofeo. Ambos fracasaron en En Japón y Corea 2002. 

Francia volvió a desafiar la "maldición" al ganar el certamen el 2003 y, aunque el 2006 llegaron a la final en Alemania, no pudieron con Italia. Para esa misma edición, el Brasil del "joga bonito" llegaba con el título de la Confederaciones del 2005, pero en el Mundial germano se fueron en cuartos de final.

La misma historia se repitió en Sudáfrica 2010, luego que el "scratch" se coronara 12 meses antes en el torneo que desde el 2009 se comenzó a jugar cada cuatro años.

El 2013, justo antes de su Mundial, Brasil conseguía el tricampeonato en la Confederaciones, pero el 2014 su suerte acabó con una goleada de proporciones ante Alemania por 7-1. 

En Rusia 2018 fueron los últimos campeones del mundo los que sufrieron la "maldición", teoría que tomó más fuerza luego del 2-0 de Corea del Sur de este miércoles.