Por Aldo Schiappacasse

Rui Patricio, el arquero de Portugal, tiene mal recuerdo de Chile. En el Mundial Juvenil de Canadá Arturo Vidal le hizo un gol. Y en Copa Confederaciones, Claudio Bravo le ganó la definición a penales. Con holgura.

Por estos días el portero es un personaje en el país luso, debido a que su esposa, Vera Ribeiro, psicóloga clínica y máster en Sexología, lanzó el libro "Manual de Seducción", opinando que la abstinencia sexual forzada por parte de los jugadores en la Copa del Mundo no es positiva. Asegura que el sexo puede bajar los niveles de ansiedad y estrés, y no influiría negativamente en los jugadores.

Como el sexo no les está permitido en la concentración, la sexóloga recomienda la masturbación a los seleccionados. Con Vera, en todo caso, el golero vive un momento de estabilidad luego de su bullada separación de Joana Pereira, la mujer con la que duró apenas seis meses casado después de un noviazgo de siete años y de una romántica y mediática ceremonia en la Iglesia Nuestra Señora de Amparo, en Lisboa.

Arquero indiscutido de Portugal desde 2011, en su natal Leiría le hicieron una estatua con una tapada que le hizo a Antoine Griezmann en la final de la Euro 2016. A menos de un mes del Mundial, se tomó una semana en el centro espiritual de yoga y meditación The Ashram junto a su líder y fundador, Sri Swami Vishwananda. El portero sigue el movimiento Bhakti Marga, que significa "Camino a la Devoción". Es una religión que mezcla dos corrientes: la hindú y la cristiana.

Le sirvió como relajo luego de la traumática experiencia que vivió el 15 de mayo, cuando un grupo de barristas invadió el centro de entrenamientos de Sporting, en un escándalo presuntamente orquestado por el propio presidente del equipo. A raíz del incidente, el portero -y otros tres compañeros- dejaron el club de toda su vida.

Ahora, desde el arco portugués, intentará dar la gran sorpresa de la primera fase de la Copa del Mundo.