Rusia no pudo con Turquía en un amistoso que terminó con empate 1-1 y que dejó en evidencia todas las debilidades de la anfitriona del Mundial a nueve días del partido inaugural en el que los rusos se medirán a Arabia Saudita.

El partido ante un equipo que no jugará el Mundial deja a los locales con muchas dudas, y a la afición rusa sumida en el pesimismo tras comprobar que los suyos tropiezan una y otra vez en los mismos errores.

Como tantas veces, el conjunto ruso deambuló demasiados minutos perdido en el campo, cometió errores en defensa, y sobre todo, exhibió su crónico desacierto ante la portería.

El gol de Rusia llegó a los 36 gracias a que la defensa turca cedió a la presión de los anfitriones al borde del área chica. Alan Dzagoev entregó el balón a Alexander Samedov, quien definió de primera.

Turquía igualó tras un fallo imperdonable en el centro del campo ruso, que permitió al turco Yunus Malli recibir un pase de su portero y dejar atrás a toda la defensa anfitriona, demasiado adelantada, en los 60'.