Universidad de Chile quedó practicamente eliminado de la Copa Libertadores. El equipo estudiantil perdió 1-0 ante Racing en Avellaneda, por la quinta fecha del Grupo E, y quedó muy complicado en la tabla, necesitando un milagro, debido a la negativa diferencia de goles, para poder avanzar a los octavos de final en la última jornada.

Pese a ello, los azules, que jugarán con Vasco da Gama el próximo 22 de mayo, tienen chances de meterse, como consuelo, en la Copa Sudamericana.

Para llegar al segundo torneo más importante en Sudamérica, los estudiantiles necesitan por lo menos un empate con Vasco en el Estadio Nacional, parar asegurar el tercer lugar en la tabla del Grupo E.

El equipo de Esteban Valencia resistió sin sus referentes

La U llegó mermada incluso antes de que arrancar el partido, pues Mauricio Pinilla quedó descartado por problemas estomacales y Johnny Herrera fue suplente por su malestar en la espalda. Además, no estaban Yeferson Soteldo, Christian Vilches y Gonzalo Jara.

Por ello, Esteban Valencia apostó por una mixtura que dio resultado, pues Gustavo Lorenzetti se complementó bien con Lorenzo Reyes y David Pizarro para contener el juego de la "academia", y con Nicolás Guerra muy activo, junto a Angelo Araos, en los contragolpes.

Si bien Racing dominó ampliamente la posesión, los laicos resistieron concentrados en campo propio y esperando las contras, que fueron cortadas con faltas tácticas del dueño de casa.

La estrategia duró hasta el minuto 81, cuando Alejandro Donatti abrió la cuenta con un disparo rasante que dio en el palo antes de entrar al arco protegido por Fernando De Paul.

La condena de la U, sin embargo, no fue por la conquista del defensa "académico", sino por la provocación de Ricardo Centirión, que con una burla consiguó la expulsión de "Lolo" Reyes.

Con un jugador menos, Universidad de Chile quedó sin chances de la remontada y sólo aguantó hasta el pitazo final, evitando que Racing asestara otro golpe ante su público en el Cilindro.

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