La falta de depotividad del canoísta japonés Yasuhiro Suzuki le costó la suspensión por ocho años, tras admitir que inyectó un esteroide anabólico al agua de Seiji Komastsu, esto con el fin de que diera positivo y quedara fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

"Sabía que no me iba a clasificar para los Juegos Olímpicos de Tokio, así que puse la sustancia prohibida en la bebida de Komatsu", confesó Suzuki a la Agencia Antidopaje de Japón.

"Es algo de lo que nunca se había oído hablar en la historia deportiva de Japón", dijo a su vez Daichi Suzuki, jefe de la Agencia de Deportes.

Sin embargo, ésta no es la única mala práctica que ha realizado Yasuhiro Suzuki, ya que también desde el organismo describieron que el deportista intentó robarles implementos a sus rivales.