Para Kevin Vásquez este jueves fue de un agridulce que marcará su carrera. El mediocampista de 20 años vistió de rojo y aportó con un penal en la victoria que permitió a Unón La Calera llegar a la Primera División, aunque ahora debe regresar a su club: el condenado Santiago Wanderers.

"Yo siempre quiero lo mejor para Wanderers, pero en este momento me debo a La Calera y traté de dar lo mejor por este club", comentó el joven, quien pese a cumplir con su periodo de préstamo con el equipo "cementero" este jueves, fue profesional hasta el último segundo.

"Estoy con muchos sentimientos encontrados. Ahora tengo que volver a presentarme en el club (Wanderers), ya veremos lo que pasa en el futuro, tengo que ver si me quieren o puede salir otra vez a préstamo", lamentó.

Sin embargo, Vásquez también tiene claro que su futuro deportivo depende de un lugar donde puede desarrollarse de manera efectiva.

"Yo quiero estar donde me den minutos, pero obviamente tengo un cariño incondicional a Wanderers, me formé aquí, mi familia entera es de Wanderers", reconoció.

Además, como autor de uno de los penales que hundieron a Wanderers, el central recordó que antes de convertir el cuarto gol de La Calera, "la caminata fue eterna, me tiritaron las piernas, pero tuve la tranquilidad para convertir".