El capitán de la selección de fútbol de Perú, Paolo Guerrero, recibió este viernes con "extrema sorpresa y decepción" la decisión de la FIFA de suspenderlo por un año por dopaje, a pesar de que la propia entidad aceptó que el jugador no usó cocaína, y anunció que apelará al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, en inglés).

"Las pruebas son contundentes y sumadas a la bajísima concentración del metabolito común a la hoja de coca no justifica bajo ninguna circunstancia esa decisión", afirmó su abogado, Pedro Fida, en un comunicado remitido a la Agencia EFE.

La Comisión de Disciplina de la FIFA anunció en esta jornada que suspendió durante un año a Guerrero, después de que el jugador diera positivo por un metabolito de la cocaína en un control de dopaje el pasado octubre.

"Estamos sorprendidos y decepcionados de la decisión de la FIFA, penalizando al atleta con un año de suspensión a pesar de que han reconocido que el jugador no usa cocaína", denunció Fida.

Ante este hecho consumado, el letrado indicó que apelarán al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). "Vamos a apelar esa decisión hasta la última instancia en búsqueda de justicia y en favor del juego limpio y del deporte justo", manifestó.

El positivo de Guerrero se detectó en el control al que fue sometido el pasado 5 de octubre en Buenos Aires, tras el partido de clasificación para el Mundial de Rusia 2018 entre Argentina y Perú, al localizar en su muestra el metabolito de la cocaína benzoilecgonina, que está incluida entre los estimulantes que figuran en la lista de sustancias prohibidas la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

Guerrero es la gran figura del fútbol peruano, que confía en poder recuperarlo para el Mundial. En las clasificatorias previas anotó cinco goles. En la cita planetaria, el equipo peruano quedó emparejado con Francia, Australia y Dinamarca en el Grupo C.