Sammis Reyes, jugador de Tulane Green Wave, de la NCAA (competencia de baloncesto universitaria) gestionó personalmente su viaje a Chile, para poder participar de los primeros partidos de las Clasificatorias para el Mundial de China 2019, viviendo una verdadera odisea en un viaje que duró 36 horas. 

"Convencí a mi técnico diciéndole que era una gran oportunidad, única. Era una competencia que, a la larga, también podía beneficiar a mi universidad", contó el deportista de 22 años a Diario El Mercurio.

Respecto al viaje, apuntó: "Teníamos un torneo por la universidad en Montego Bay (Jamaica). Ahí estuvimos por seis días. De ahí, partí el lunes temprano hacia Florida. Llegué allá como a la una de la tarde y mi próximo vuelo era a las 23:00. En esa escala aproveché de cortarme el pelo y pasear", comienza su relato.. 

Tras eso, demoró otras 10 horas hasta Santiago, donde esperó otras cinco, para abordar su vueló a Puerto Montt, lugar donde lo esperaban para llevarlo a Osorno, sumando una hora y 20 más por tierra. "Estaba cansado, pero no importa. Fui derecho a entrenar para soltar un poco las piernas", expresó. 

Sobre sus ganas de venir al país, expresó: "Estoy emocionado de poder jugar y darlo todo por Chile. Vine por amor a la Roja, con la intención de ganarle a Brasil, que trajo a un jugador NBA como Varejao".

La selección chilena de baloncesto recibirá a Brasil en el Gimnasio Monumental "María Gallardo" de Osorno, el viernes 24 de noviembre. En tanto, su segundo partido será como visitante el lunes 27 del mismo mes ante Colombia.