La jugadora sueca Johanna Larsson, número 80 del ránking WTA, decidió asumir su homosexualidad luego de varios años viviendo un verdadero calvario por no poder mostrarse tal cual es.

En una entrevista a la televisión de su país, la deportista de 29 años contó que no lo hizo antes por miedo a las consecuencias negativas que podría tener en su carrera.

"Soy lesbiana y no lo dije antes por miedo a perder patrocinadores. Mi vida ha sido una horrible mentira. Mi carrera dependía de otras personas y no me atrevía a mostrarme tal y como soy", dijo Larsson, quien se ha especializado en dobles.

"Llegué tarde a todo. Tenía un enfoque tan increíble en el tenis que el amor, las emociones o algo que podría distraerme del deporte debía ser apartado", agregó a un espacio dedicado a la comunidad LGBTi.

Hoy, Larsson vive con su novia Amanda Sträng en Helsingborg, Suecia.

Pocos deportistas se han atrevido a salir del closet. De las tenistas que habían reconocido su homosexualidad, las más famosas son Billie Jean King, Martina Navratilova y Amelie Mauresmo.