Mirar la historia de la selección chilena desde 2007 con la llegada de Marcelo Bielsa no permite disfrutar como se debe todo lo logrado desde ahí en adelante.

Cuando pasas rabias, comes tierra, sufres eliminaciones y luego eres campeón, la sensación de avance, de desarrollo, la alegría, es mayor. Por eso, y no tiene sentido comparar sino sólo consignar, la alegría de un abuelo o un padre con el bicampeonato de América es muy distinta a la alegría de un hijo o un nieto.

Quien no se conformó con el tercer puesto del mundial de 1962. Quien lloró con las finales perdidas de Copa América en 1979 y 1987. Quien se avergonzó con el Maracanazo. Quienes no pudieron jugar las clasificatorias a Estados Unidos 1994.

Quien vivió todo esto, con lo presenciado en el último tiempo, le da gracias a la vida.
Lo cierto es que en los 16 años sin ver a Chile jugar una Copa del Mundo hubo un momento clave para volver a ver la luz. El 2 de junio de 1996 comenzaba el camino sudamericano a Francia 1998 para nuestro país y no fue como se esperaba. La Roja sólo empató 1-1 con Venezuela en Barinas, gracias a un gol agónico de canilla de Javier Margas. Ese fue el último partido de Xabier Azkargorta en la banca de la selección.

Había que buscar un reemplazante y ahí apareció el técnico de Unión Española, Nelson Acosta. Con un bicampeonato de Copa Chile y unos cuartos de final de Copa Libertadores con los rojos, era el hombre para dejar en 16 los años de Chile sin jugar un mundial. Y no se equivocaron. En un equipo donde brillaba Iván Zamorano y Marcelo Salas la Roja pasó la fase de grupos por primera vez en el extranjero. Invictos además.

Ese mismo entrenador guió al combinado que ganó la medalla de bronce en Sydney 2000, aunque como tantas veces, la selección tropezó en semifnales.

Ya habiendo vuelto a los clubes ganó dos títulos nacionales con Cobreloa en 2003 y 2004, y luego con Everton cortó la racha más exitosa en la historia de Colo Colo cuando en 2008 les ganó el Torneo de Apertura y evitó que los albos fueran pentacampeones.

Datos para entender quién es la persona que ha decidido dejar el fútbol por el Alzheimer que lo aqueja. Un hombre histórico en nuestro balompié, razón que me motivó a dedicarle estas líneas.

Si uno pregunta por Acosta, gran parte de los encuestados dirá que fue "ratón", palabra para definir su sistema defensivo para plantear los partidos. Esta opinión se ha exacerbado desde 2007 dado que vinieron técnicos que jugaban totalmente distinto a él y que ganaron títulos incluso.

No caigo es ese facilismo porque para mí todos los sistemas son válidos en busca de un objetivo y porque además ese mote no es general para Don Nelson. De local camino a Francia la selección jugaba al ataque. Vea los videos. Vea el partido con Colombia. Ese 4-1, que terminó 3-0 en el primer tiempo. Vean el 2-2 con Italia en la Copa de Mundo.

De visita cambiaba la cosa y quién soy yo para criticarlo si logró los cuatro puntos que nos permitieron ir al mundial, incluido un 1-1 con Argentina en Buenos Aires. Golazo de Fernando Cornejo de tiro libre.

Acá no importa lo que a mí me gusta o lo que le gusta al lector, si no que se gane. Esto se aplica al partido del martes con Bolivia en la Paz rumbo a Rusia 2018.

El tipo tenía sus modos, sus mañas y así le fue. ¿Cuántos DT lograron más que Acosta en el fútbol chileno? En la Roja: Fernando Riera en un mundial; Jorge Sampaoli y Juan Antonio Pizzi en una Copa América. En el torneo nacional: Luis Álamos (5), Arturo Torres (4), Luis Santibáñez (4) y Claudio Borghi (4), que ganaron más títulos que él (3).

Sólo le faltó dirigir a un grande de Santiago, donde seguro habría ganado alguna otra copa. De hecho en 2012 tuvo esta confesión sobre Colo Colo: "Problema de ellos, porque tendrían dos o tres copas más, porque les ganamos la final con Cobreloa y con Everton, y la de la Copa Chile con Unión".

Gracias por todo y espero seamos muchos los que formemos de aquí en adelante el Frente Patriótico Nelson Acosta.