La campaña de Claudio Bravo: De las críticas en Inglaterra a la reivindicación en Rusia
El arquero chileno fue muy discutido por la prensa inglesa en Manchester city.
En la Confederaciones, el meta demostró por qué es uno de los mejores del orbe.
Cuando Claudio Bravo detuvo al portugués Nani el penal que daba a Chile el pase a la final de la Copa Confederaciones, el portero de la Roja debió sentir dos cosas: la alegría por clasificar a su país a su tercera final consecutiva y un alivio por la perspectiva de saborear el éxito tras un año gris en su club, Manchester City de Inglaterra.
Bravo (que nació en 1983) llegó el pasado verano europeo al conjunto entrenado por Josep Guardiola como una apuesta personal del entrenador español, que pidió la salida del arquero inglés e ídolo local Joe Hart para hacerle espacio.
Pese a llegar con una hoja de servicios impecable en sus pasos por Colo Colo (club que le formó), Real Sociedad y FC Barcelona, con el que ganó dos ligas españolas y una Champions League, la salida de Hart puso a Bravo bajo la exigente lupa de la afición 'citizen'.
La adaptación a Inglaterra no fue buena, la presión de la tribuna no ayudó y Bravo empezó mal el año: varios errores groseros le costaron puntos a su equipo y la prensa británica atacó con dureza e incluso crueldad en ocasiones al guardameta chileno.
La "ácida" crítica de los medios ingleses
"La decisión de reemplazar a Hart por él fue una locura. El City vive un infierno en el arco", publicaba el diario sensacionalista The Mirror tras una derrota del equipo de Guardiola en diciembre frente a Leicester.
Pero incluso otros medios tradicionalmente más comedidos como The Guardian también atacaron con dureza las actuaciones de Bravo en el inicio de temporada.
"La brutal exclusión de Hart por parte de Guardiola es una de las decisiones técnicas más equivocadas en la historia reciente de la Premier League. Carece de autoridad y experiencia en la competencia. El tratamiento de Guardiola con Hart es cada día más desconcertante", decía el medio británico.
La irregularidad del arquero formado en Colo Colo le acabó costando la titularidad en algunos tramos de temporada, en un año en el que pese a la enorme inversión en fichajes, el equipo de Guardiola fracasó tanto en la Premier League (3º a 15 puntos del Chelsea campeón) como en Champions, donde cayó en cuartos de final frente a Mónaco.
Sin embargo, el portero chileno siempre tuvo el apoyo de Guardiola y de todos los compañeros de equipos en los que jugó a lo largo de su carrera.
"Claudio Bravo se tiene que adaptar, pero también el resto de jugadores. Gabriel Jesus, yo mismo, siempre te tienes que adaptar. Sé que la gente lo mira con lupa, pero no sé por qué Claudio debe adaptarse al fútbol inglés pero el resto no", dijo el técnico catalán.
Otros ex compañeros, como el volante argentino Javier Mascherano, también defendieron en el pasado al guardameta: "Cuando Claudio Bravo habla, a mí me da mucha seguridad". El central español Gerard Piqué, con el que coincidió en Barcelona, comentó que el chileno "se defiende en el campo con buenas actuaciones".
La Confederaciones
La Confederaciones aparecía en el horizonte como terapia para Bravo, pero las cosas tampoco fueron fáciles esta vez: el portero chileno fue duda hasta última hora por lesión y no debutó en el torneo hasta el último duelo de la fase de grupos, frente a Australia.
El resto de la historia ya se conoce. El partido de Bravo ante Portugal fue más allá de los tres penales que detuvo en la tanda decisiva: antes, había salvado a Chile en un mano a mano con André Silva y había desplegado todas las virtudes que enumeró Andoni Zubizarreta cuando lo fichó para Barcelona.
"Tiene personalidad, carácter competitivo, un buen uno contra uno, una buena relación con la línea defensiva, un excelente juego de pies y va bien por arriba", afirmó el ex director deportivo azulgrana.
El miércoles se vistió de héroe una vez más en la tanda desde los 12 pasos, como ya lo hiciera en las finales de la Copa América 2015 y la Copa Centenario 2016, en las que Chile venció a Argentina desde los once metros.
El golero, de 1,85 metros de altura, se estiró a dos veces a la izquierda para negarles el gol a Quaresma y a Moutinho y una vez más a la derecha para detener el tiro de Nani y clasificar a Chile para la final de la Confederaciones, torneo que disputa por primera vez.
Chile se rindió ante su capitán. Políticos, personalidades y ex deportistas homenajearon al portero.
"Claudio Bravo, te pasaste. Nunca me había emocionado tanto con un deportista chileno", comentó su compatriota y ex número uno del tenis mundial, Marcelo Ríos.
Hasta la prensa inglesa se postró ante el recital de Bravo en los penales: "El difamado arquero de Manchester City atajó todos los penales y metió a Chile en la final de la Confederaciones", publicó The Mirror, mientras The Guardian habló de "clase maestra".
"No nos daban las piernas, pero sí el corazón", resumió Bravo tras el partido. El domingo capitaneará una vez más a la mejor generación de la historia de Chile en la búsqueda de su tercer título internacional consecutivo ante el ganador del Alemania-México.