El despido de Claudio Ranieri de la banca de Leicester City, luego de conseguir la única liga inglesa para el equipo, causó inesperadas reacciones en los aficionados del club, llegando incluso a amenazar de muerte a Jamie Vardy, uno de los referentes del club.

Así lo explicó el delantero británico en el diario The Guadian, señalando que "estoy recibiendo amenazas de muerte, yo y mi familia, mis hijos. Intento seguir pero cuando sucede que te intentan frenar en la carretera cuando tu esposa está conduciendo y vas con niños detrás, no es lo ideal. Ya van muchas veces y es aterrador".

La principal razón de estas amenazas se debe al posible hecho de que los jugadores provocaron la destitución del entrenador italiano, algo que Vardy negó tajantemente.

"Hablábamos todo en el vestuario, de hombre a hombre. Él estaba conforme de que habláramos de los esquemas con él. Hubo una reunión tras el partido ante Sevilla y se publicó que yo estuve en ella, pero tuve control antidoping durante tres horas, así que es falso", afirmó.

"Las historias eran bastante hirientes. Una gran cantidad de falsas acusaciones estaban siendo tiradas por ahí y no hay nada que nosotros, como jugadores, podíamos hacer al respecto", concluyó el ariete.