El entrenador de la selección chilena sub 20, Héctor Robles, aseguró que dadas las circunstancias del partido, el equipo nacional ganó un punto en el empate 0-0 ante Brasil, en el estreno de la "Rojita" en el Sudamericano de la categoría en Ecuador.

"Con todas las condiciones adversas que tuvimos fue un punto ganado, a pesar de que planificamos un partido distinto, con otro protagonismo, pero hay situaciones en los partidos donde uno debe privilegiar el orden, la estrategia y lo táctico", dijo Robles en la zona mixta del Estadio Olímpico de Riobamba.

"Si tú le dejas espacios a Brasil, te liquida. Creo que el equipo funcionó bien, sabiendo de que nos quedamos con poco poder ofensivo por el desgaste físico del equipo", complementó.

Las expulsiones de Vargas y Carreño

Respeto a las expulsiones de Jeisson Vargas y Jaime Carreño, manifestó que las ve "como cosas puntuales. Jeisson es un jugador que pocas veces fue expulsado y tuvo una jugada desafortunada donde el juez hizo lo que correspondía. Lo de Jaime es conversable".

Sobre la roja que vio Carreño, reveló que "nosotros como cuerpo técnico lo incitamos a un error por decirle algo a un compañero y le pusieron amarilla. Como no quiso mostrar el número, vio la roja. Ahí estuvo el error, si lo mostraba solo quedaba amonestado"

El tema físico y el duelo con Ecuador

Respecto al tema físico, tras lo complicado que terminaron varios jugadores tras el duelo ante Brasil, Robles apuntó que el plantel "está bien, fue algo normal. Adrián Cuadra recibió un golpe y por eso terminó tan mal. Víctor Dávila hizo un esfuerzo tremendo, sosteniendo muchos ataques. Son jóvenes y se recuperan rápido. (Richard) Paredes no salió tan complicado".

En cuanto al encuentro ante Ecuador, de este domingo, apuntó que "son dueños de casa y con jugadores rápidos en ofensiva, pero nosotros tenemos lo nuestro".

"En el fútbol nada se inventó mejor que hacer grandes actuaciones con rivales de este pergamino. Brasil es Brasil y Chile creció en muchísimos aspectos y los jugadores lo demostraron. No tuvimos la fuerza al final, pero es algo lógico al estar a 2.750 metros de altura y con humedad. Tengo confianza y tranquilidad para el partido del domingo", cerró el entrenador.