En un Estadio "Atanasio Girardot" repleto, a las 20:45 horas (23:45 GMT) en punto se dio inicio a un emocionante homenaje brindado por el club Atlético Nacional de Medellín para Chapecoense y las víctimas que dejó la tragedia aérea que paralizó al mundo la madrugada del martes. 

A la misma hora que se debía jugar la final de ida de la Copa Sudamericana, el elenco "verdeolaga" y las autoridades de Medellín y Antoquia mostraron toda su consternación por el accidente que impidió que el partido que definiría al campeón se disputase. 

La ceremonia, que ya tomaba color desde varias horas antes con los hinchas en las tribunas, se dio inicio soltando a 71 palomas que representaron el número de víctimas que dejó la tragedia. 

Luego la Banda Marcial de la cuarta brigada del ejercito colombiano, desfiló para dar paso a los jugadores de Atlético Nacional que ingresaron a la cancha portando flores para regalar a sus ex colegas. 

Tras un emocionante minuto de silencio, comenzaron los discursos de las autoridades locales, el presidente de Atlético Nacional Juan Carlos de La Cuesta, el técnico Reinaldo Rueda y Un emocionado Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, José Serra. 

"De corazón muchas gracias Colombia. Los brasileros no olvidaremos jamás cómo los colombianos sintieron como suyo el terrible desastre que interrumpió el sueño de nuestro equipo Chapecoense. Así como no olvidaremos la actitud de Atlético Nacional de pedirle a la Conmebol que se le concediera el título a Chapecoense", aseguró un quebrado Serra. 

Por su parte, el técnico Reinaldo Rueda, aseguró que "el mundo entero está de luto. Chapecoense deja un vacío muy grande para el fútbol. Así como admiramos el fútbol brasileño, este equipo va a quedar siempre en nuestros corazones". 

Para cerrar la ceremonia, se nombró a cada una de las víctimas a la vez que un grupo de niños soltaba globos blancos. Luego se aplaudió a los seis sobrevivientes y la orquesta filarmónica de Medellín realizó un homenaje musical a las víctimas de la tragedia. 

Finalmente, los hinchas, los que lograron entrar, pues miles se quedaron afuera, cantaron en las gradas para despedir a las 71 víctimas del accidente aéreo que el deporte mundial nunca olvidará.