Se acerca la temporada de verano y la demanda por gimnasios aumenta por estas fechas, por lo cual la Seremi de Salud Metropolitana comenzó las fiscalizaciones a la infraestructura de este tipo de servicios.

Sólo en la Región Metropolitana existen más de 400 gimnasios para realizar ejercicios, y en lo que va de 2016 se han realizado 10 revisiones en estos establecimientos, de las cuales tres han derivado en sumarios sanitarios.

Este jueves el seremi de Salud Metropolitano, Carlos Aranda, fiscalizó algunos gimnasios de la capital: "En este período aumenta la demanda por actividades deportivas y las inscripciones en los gimnasios, por eso estamos revisando las condiciones de seguridad e higienes de los gimnasios", explicó.

La autoridad sostuvo que encontraron algunas deficiencias menores como humedad, planchas sueltas y registros de mantención de máquinas desactualizados, y explicó que "si la infraestructura está en malas condiciones, con techo suelto y baldosas en malas condiciones, cuando esto ocurre, existen riesgos de accidentes".

Son también infracciones "la no existencia de baños en buenas condiciones tanto para el público como para el personal", dio Aranda, subrayando que los principales fiscalizadores "son los propios usuarios", por lo que llamó a revisar la calidad de las infraestructuras e instalaciones antes de inscribirse.

Las multas por estas faltas van desde 0,1 hasta mil UTM; es decir, 46 millones de pesos.

Más por salud que por estética

Gustavo Flores, uno de los dueños del Gimnasio Flores, que fue fiscalizado durante esta jornada, confirmó el aumento de la demanda hacia finales de año, al señalar que "desde julio en adelante ya siente la gente siente interés por hacer ejercicio".

El aumento es de "30 a 40 por ciento" y es valorado positivamente por el empresario: "Eso permite que la gente se haga un hábito y ya sigue después el resto del año entrenando 'por un verano sin polera', aunque hoy día, más que nada, es gente que está buscando por salud", sostuvo.