El atleta etíope Feyisa Lilesa, medallista de plata en el maratón que se disputó en los Juegos Olímpicos de Río 2016, se negó a dejar Brasil tras la protesta que hizo en la carrera en favor del pueblo oromo, que es oprimido por el gobierno de su país.

Según consignó El País de España, Lilesa cruzó sus brazos al cruzar la meta en la competencia del domingo y luego hizo lo mismo en la conferencia de prensa. Aquel gesto representa a los oromo, del cual él forma parte.

"Tal vez me quede aquí. Si consigo otro visado a lo mejor me voy a Estados Unidos. La situación de los oromo en Etiopía es muy complicada", dijo Lilesa, explicando su decisión.

Los oromo conforman el 25 por ciento de la población de su país, que está viviendo un acelerado proceso de industralización, lo que los llevó a varios conflictos entre la Policía. Los oromo habitan alrededor de la capital, Adís Abeba, justo donde la ciudad busca expandirse.

Varios organismos de derechos humanos han denunciado violaciones en el trato hacia los oromos y expresaron que el estado actual del país es muy inestable.

Respecto a la chance de volver a su tierra natal, Lilesa especuló: "Me matarán". El gesto de Lilesa le permitió conseguir 35.000 euros gracias a aportes anónimos para encontrarle un nuevo hogar, pero teme que su esposa y sus hijos estén detenidos.