Brianna Rollins, Nia Ali y Kristi Castlin consiguieron para Estados Unidos en la final olímpica de 100 metros vallas un triplete inédito en la historia de los Juegos Olímpicos al quedarse con los tres metales en Río 2016. 

Si en la rama masculina (110 m vallas) Estados Unidos ha logrado en su historia ocho barridas olímpicas semejantes, en la prueba femenina equivalente la gesta no tiene precedentes.

Rollins se impuso con un tiempo de 12,48 y ganó el oro, Ali entró a continuación con 12,59 para colgarse la plata y Castlin cruzó tercera con 12,61 para conquistar el bronce, dejando el cuarto puesto a la británica Cindy Ofili (12,63) y el quinto para la alemana Cindy Roleder, subcampeona mundial y titular europea (12,74).

Sin embargo, bastaba con un simple vistazo al ránking para comprobar que el título no se le podía escapar a Estados Unidos, aun cuando partiera con tan importantes ausencias como Kendra Harrison que no logró clasificar a Río. 

Brianna Rollins, campeona nacional con 12,34 en julio y campeona del mundo en 2013, cargaba con la mayor responsabilidad pese a sus 24 años, pero sus dos compañeras, Nia Ali y Kristi Castlin, también ganaron sus semifinales con igual solvencia.

Al final, se impuso la lógica. Rollins fue la más fuerte y Estados Unidos ratificó su sólida hegemonía mundial.