El chileno Tomás González quedó séptimo en la final de salto de la gimnasia artística de Juegos de Río 2016, finalizando con diploma olímpico su participación en su segunda cita de los anillos.

En su primera ejecución el doble finalista de Londres 2012 tuvo un salto casi perfecto con el que acumuló 15.375 puntos que lo hacían ilusionarse con conseguir un mejor lugar, pues fue el sexto gimnasta –de ocho- en salir a escena.

Su segundo intento no fue tan bueno, además la dificultad era menor, por lo que sólo obtuvo 14.900 puntos que le hicieron promediar un total de 15.137.

Con esto, González sólo logro superar al ucraniano Igor Radivilov que terminó octavo con 15.033 de puntaje otorgado por los jueces, pese a un innovador primer salto, el que a su pesar no fue ejecutado de la mejor forma.

Kenzo Shirai de Japón y Marian Dragulescu de Rumania quedaban así igualados en el primer lugar con 15.499 puntos, pero no contaban con la gran jornada del norcoreano Se Gwang Ri que promedió 15.691 puntos tras dos saltos notables y se terminó colgando la medalla de oro.

La plata, en tanto, se la quedó el ruso Denis Abliazin que fue el último en hacer sus ejecuciones, logrando 15.516 puntos que le valieron superar a Shirai y Dragulescu quienes debieron ir al desempate por el bronce, el que quedó en manos del nipón.

De esta forma, Tomás González completó sus segundos Juegos Olímpicos consiguiendo su tercer diploma tras los alcanzados en Londres 2012 donde fue cuarto en suelo y salto.