La selección brasileña femenina de balonmano certificó su clasificación para los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Río 2016 tras imponerse este viernes por 28-24 a una Angola que hizo sufrir lo indecible a las anfitrionas en la primera parte.

Padecimientos que tuvieron su origen en el gris partido que las porteras brasileñas protagonizaron en los primeros 30 minutos de juego, en los que Mayssa y Babi Arenhart tan sólo pudieron atajar tres balones.

Esta circunstancia impidió a Brasil dotar de la más mínima solidez a su entramado defensivo, la piedra sobre la que se sustenta el vertiginoso ritmo del que a las sudamericanas les gusta dotar a sus partidos.

Sin casi posibilidades de correr, el equipo brasileño poco a poco se fue complicando el partido hasta verse a los 19 minutos con un inquietante 9-6 en el marcador, que encendió todas las alarmas en las locales.

Un inesperado tanteador que pareció despertar, por fin, al equipo brasileño que, espoleado por su ruidoso público, recuperó la agresividad defensiva que le había caracterizado en las primeras jornadas.

A base de piernas y más piernas en defensa, Brasil logró frenar a la sorprendente Angola, un vistoso equipo, en el que destaca la central Natalia Bernardo, hasta lograr igualar la contienda (13-13) al llegar al descanso.

Una remontada que redobló la intensidad defensiva de las brasileñas en la segunda mitad, que ahora ya sí perfectamente respaldadas por Babi Arenhart en la portería, pudieron desplegar su peligroso juego de contraataque.

Así, a la carrera, como más le gusta a Brasil, las locales fueron poco a poco distanciándose en el marcador, hasta alcanzar a los 41 minutos una máxima renta de seis goles (16-20) que encarriló definitivamente el partido para las sudamericanas, que acabaron imponiéndose por 28-24.