El británico Andy Murray, dos del mundo, tuvo que sudar para doblegar el empuje del francés Richard Gasquet (12°), apoyado ruidosamente en la cancha central para ganarse un puesto en las semifinales de Roland Garros, por cuarta vez en su carrera.

El escocés cedió otro set, el quinto en lo que va de torneo, para imponerse finalmente por 7-5, 7-6 (3), 6-0 y 6-2 en tres horas y 23 minutos, lo que le dará derecho a jugarse las semifinales contra el suizo Stan Wawrinka (4°), defensor del título.

El pupilo de Jaime Delgado tuvo que emplearse a fondo contra el último local del cuadro individual, desconocido en las dos primeras mangas, lleno de brío, una nueva actitud que los observadores atribuyen al influjo de su entrenador español Sergi Bruguera.

Murray, considerado favorito para alzarse con la Copa de los Mosqueteros tras dominar en la final de Roma al serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, volvió a demostrar que si gana este Roland Garros no será fácil.

Su rival por un puesto en la final, la primera que jugaría en París, será un Wawrinka que venció en tres sets al español Albert Ramos (55°), por 6-2, 6-1 y 7-6 (7).

Han jugado 15 duelos con ocho triunfos para el escocés que, sin embargo, ha perdido los tres últimos. Solo dos veces han cruzado sus raquetas en arcilla, siempre con victoria del suizo.