El británico Andy Murray lamentó no haber "podido hacer nada" este domingo ante el serbio Novak Djokovic en la final del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada.

"Lo siento, no he podido hacer nada esta noche", dijo durante la ceremonia de entrega de trofeos el escocés, derrotado en tres mangas, por 6-1, 7-5 y 7-6 (3).

En su quinta final del Abierto de Australia, Andy Murray debió conformarse nuevamente con el segundo puesto, como ya ocurrió un año atrás ante el mismo rival. Djokovic fue también su verdugo en 2011 y 2013 mientras que el suizo Roger Federer le ganó en 2010.

"Creo que he estado aquí antes", bromeó al comienzo de su discurso.

El británico, campeón del Abierto de los Estados Unidos en 2012 y de Wimbledon en 2013, aceptó la superioridad de su adversario, le felicitó por sus logros y se despidió emocionado del torneo.

"Han sido dos semanas muy duras para mí", señaló.

Su suegro y entrenador de la serbia Ana Ivanovic, el también británico Nigel Sears, sufrió un desmayo el pasado día 23 mientras seguía desde la grada el partido entre su pupila y la estadounidense Madison Keys.

Tras ese incidente fue ingresado en un hospital de Melbourne antes de recibir el permiso de los médicos para regresar a Inglaterra. Murray, en cambio, decidió continuar en el torneo.

"Cogeré el siguiente vuelo", anunció tras la final. El escocés espera en los próximos días el nacimiento de su primer hijo junto a Kim Sears.