Viudas de víctimas del atentado en JJOO de Munich 1972 revelaron crueldad de atacantes
Se conoció que los miembros de la delegación israelí fueron golpeados y al menos uno de ellos, castrado.
"Ellos vinieron a hacer daño a la gente. Ellos vinieron a matar", declaró Ankie Spitzer, una de las viudas.
Ilana Romano y Ankie Spitzer, viudas de dos de las víctimas de la delegación israelí que fueron asesinadas en el ataque en los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, hablaron por primera vez y dieron a conocer detalles que revelaron la crueldad de quienes perpetraron el atentado.
En conversación con el New York Times, las mujeres -cuyos esposos estaban en la delegación- indicaron que en septiembre se reunieron con su abogado que les señaló que, en su reciente viaje a Alemania, recibió fotografías que por mucho tiempo les negaron que existieran respecto al ataque.
Las vieron y se comprometieron a nunca hablar de ellas en público, hasta ahora. Romano y Spitzer, junto a otros familiares de las víctimas, dieron a conocer la documentación como un esfuerzo de dar el reconocimiento que sus seres queridos se merecen.
Entre los detalles reveladores, se conoció que los miembros de la delegación israelí fueron golpeados y al menos uno de ellos fue castrado.
"Los terroristas siempre manifestaron que ellos no vinieron a matar a nadie, que solo querían liberar a sus amigos de la prisión en Israel. Señalaron que fue solo por la fallida operación de rescate en el aeropuerto que mataron al resto de los rehenes, pero no es verdad. Ellos vinieron a hacer daño a la gente. Ellos vinieron a matar", declaró Ankie Spitzer al medio norteamericano.
Ilana Romano reveló sobre su esposo Yossef: "Lo que le hicieron fue cortarle los genitales a través de su ropa interior y abusaron de él. ¿Puedes imaginar a los otro nueve atados alrededor? Ellos vieron esto".
A Yossef, que era campeón de levantamiento de pesas, le dispararon cuando trató de detener a los atacantes palestinos. Lo dejaron morir frente a los rehenes y lo castraron. Las otras víctimas fueron golpeadas y terminaron con serias heridas, incluyendo huesos rotos.
Spitzer explicó que ella y las familias de las otras víctimas solo descubrieron los detalles de cómo fueron tratados los rehenes 20 años después de la tragedia, cuando las autoridades alemanas liberaron cientos de páginas de documentos que ellos previamente habían negado que existieran.
Además, las viudas acusaron confusión desde el inicio, ya que los cuerpos fueron identificados por amigos y familiares en Munich, algunos solo por el rostro y, en base a la ley judía, los funerales se realizaron casi inmediatamente apenas los cuerpos llegaron a Israel.
El esposo de Ilana Romano y otro rehén murieron en la Villa Olímpíca y los otros fueron asesinados durante el fallido intento de rescate cuando fueron llevados por sus captores a un aeropuerto cercano. El New York Times tuvo acceso a las fotografías, pero no las publicó por su crudeza.
Romano y Spitzer describieron la crueldad de los atacantes en una entrevista para el documental "Munich 1972 & Beyond", el cual mostrará la larga pelea de las familias para lograr el reconocimiento oficial que sus seres queridos merecen y que se espera se estrene durante 2016.
El Comité Político Internacional, presidido por Thomas Bach, accedió a ayudar a financiar un memorial permanente en Munich y también hay planes de recordar a las víctimas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.