En el Estadio Aviva de Dublín, Irlanda recibió a Inglaterra, algo que no sucedía desde 1995, en un partido que culminó con un pálido empate sin goles entre las selecciones europeas.

La vez anterior en la que se enfrentaron data del 15 de febrero de 1995 en un partido que se debió suspender por incidentes, cuando recién se disputaban 27 minutos y en el que los locales ganaban por 1-0.

Esta jornada, sin problemas en las tribunas como en aquella ocasión, ambos equipos mostraron muy poco en la fracción inicial.

En el complemento, los elencos mejoraron un poco, pero no fue suficiente para romper el cero, en un partido que pese a no ser lo atractivo que se esperaba, sirvió par que los técnicos Martin O'Neill y Roy Hodgson planifiquen lo que se les viene a ambas selecciones.