El Papa deseó suerte a Chile en la organización de la Copa América
El presidente de la ANFP, Sergio Jadue, tuvo un encuentro de 50 minutos con el Pontífice.
Hubo intercambios de regalos durante la visita.
Un muy distendido y cordial diálogo con el Papa Francisco, sostuvo este martes el presidente de la ANFP y vicepresidente de la Conmebol, Sergio Jadue.
Durante en el encuentro, realizado en la Casa Santa Marta en El Vaticano y que se extendió por 50 minutos, el timonel del fútbol chileno obsequió al Sumo Pontífice una réplica de la Copa América, el peluche Zincha -mascota del torneo- y una camiseta de la selección chilena con el nombre del líder de la iglesia católica en la espalda.
Esa fue la oportunidad para que el presidente de la ANFP conversara con el Papa y le respondiera a varias preguntas que éste le formulara, casi todas relativas a la disputa del certamen internacional y a su organización.
El prelado agradeció los obsequios y deseó suerte al país en el plano organizativo del torneo y expresó su anhelo de que fuera realizado respetando los valores que el fútbol promueve, así como haciendo prevalecer la competencia deportiva y el fair play.
El dirigente le explicó que Chile nunca había ganado la Copa América en su casi centenaria historia y le pidió que lo tuviera en sus oraciones para que el trofeo quedase en casa.
Al término de la conversación, Francisco le regaló un rosario al presidente de la ANFP.
La reunión se realizó luego de que miembros del Comité Ejecutivo de la Conmebol firmaran un convenio con Scholas Recurrentes, una obra de bien social enfocada hacia la educación que el Papa aprecia en forma muy particular. Según dicho acuerdo, el organismo hará una contribución económica a la organización consistente en 10 mil dólares por cada gol que se convierta durante la el desarrollo de la Copa y la misma cantidad por cada penal que sea atajado.
La Casa Santa Marta, donde se produjo el diálogo de Jadue con Francisco, fue construida durante el Papado de Juan Pablo II, en la década de los 90. Sus 106 habitaciones suites y 22 simples sirven de albergue a los visitantes eclesiásticos que viajan a El Vaticano, quienes deben desocuparla para dar cabida a los cardenales electores cuando les corresponde elegir a un nuevo Pontífice.
Francisco, luego de haber sido huésped de la Casa Santa Marta en el último cónclave cuando fue elegido, decidió permanecer residiendo allí en vez de pasar a ocupar las lujosas aposentadurías que han ocupado sus antepasados.