Los habitantes de la ciudad de Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, tuvieron que ver el clásico de la liga española, entre FC Barcelona de Claudio Bravo y Real Madrid, de manera clandestina, debido a la amenaza de 80 latigazos a quienes observaran el duelo por parte del Estado Islámico (EI).

Según señaló el medio catalán Sport, el EI argumetó que el fútbol es un producto occidental, por lo que quedó estrictamente prohibido verlo. Se difundió la prohibición de ver el duelo durante toda la jornada de domingo en Mosul y advirtieron a los propietarios de restaurantes y cafeterías no dar el encuentro.

En enero, el EI asesinó a 13 niños que vieron el duelo por Copa de Asia entre Irak y Jordania, bajo la misma consigna impuesta para esta ocasión.