La estadounidense Serena Williams, número uno del mundo, superó por un doble 7-5 a la rumana Monica Niculescu (68a) en su estreno en Indian Wells, adonde regresó entre una sonora y cálida ovación 14 años después del incidente racista que provocó su renuncia al torneo durante todo este tiempo.

"Siento que este es uno de los momentos más grandes de mi carrera", dijo Serena Williams tras batallar durante dos horas y tres minutos contra Niculescu y contra sus propias emociones en su primera comparecencia en la pista central desde que en 2001 se hiciera con el título en California.

Las lágrimas de Serena Williams nada más despojarse de los auriculares y escuchar la sonora ovación del público humanizaron a la número uno, que reconoció sentirse "abrumada" por el caluroso recibimiento de los seguidores.

"En ese momento sentí que había tomado la decisión correcta. Quería hacerlo, tenía muchas ganas de volver a Indian Wells pero hasta ese momento no supe si había hecho o no lo correcto", explicó en rueda de prensa.

Le esperaba a Serena Williams un difícil debut por el recuerdo de lo vivido en Indian Wells hace 14 años: Tras ganar la final del torneo a la belga Kim Clijsters, la menor de las Williams fue abucheada por el público.

El duelo de semifinales que debía enfrentar a las dos hermanas no se disputó porque Venus adujo una tendinitis en la rodilla derecha y muchos las acusaron de "arreglar" sus partidos.

"Las semanas, los días y las horas previas a mi reaparición", comentó la primera cabeza de serie, "fueron un poco estresantes". "Los nervios por fin se fueron y ahora me siento mejor por haber sido capaz de hacerlo".

Tras su reconciliación con el público californiano, Serena Williams se medirá en la tercera ronda con la kazaja Zarina Diyas, verduga de la croata Donna Vekic.