El presidente de Deportes Iquique, Cesare Rossi, apuntó a los hinchas del club como los únicos responsables por la pérdida de puntos que supuso la suspensión del duelo ante San Marcos por insultos racistas contra Emilio Rentería, además de la vergüenza que ello les trajo como consecuencia.

"No sé de qué amor hablan a la camiseta, nos hacen perder los tres puntos. Los grandes responsables son ellos, debemos ir al Tribunal a pelear una sanción económica fuerte que es posible que le llegue a Iquique y nos hicieron pasar una vergüenza como ciudad e institución ante los presidentes de la Conmebol y la FIFA", señaló en el programa radial Minuto Final.

"El único manchado es Deportes Iquique y la ciudad, todos trapearon con el club y sus dirigentes, no tenemos culpabilidad, somos los que debemos dar la cara", agregó.

Sobre la determinación del directorio de la ANFP, de dar por finalizado el encuentro, Rossi apuntó a esto como una "injusticia".

"Lo encuentro injusto. Estas cosas pueden ser lapidarias en el fútbol chileno, se pueden tomar para cualquier cosa, pero hay que respetarlas. Obvio no las comparto para nada. Si vamos a la genésis, por algunos desalmados Iquique pierde el partido", apuntó.

"Me gustaría que los identifiquen para saber quiénes son e impedirles ingresar de por vida a espectáculos de fútbol", añadió el dirigente nortino.

Por último el timonel de la escuadra celeste apuntó a la dirigencia de San Marcos de Arica, porque también los "ensució" como dirigentes y además señaló que ya deben estar tranquilos por lograr los puntos por secretaría.

"Pusimos los antecedentes en el Tribunal de Disciplina, creo que Arica está conforme, ganó los puntos por secretaría y no en cancha. Deberían estar tranquilos con lo que nos ensució como dirigentes, es impensado, porque conozco al presidente (Carlos Ferry) y jamás pensé que iba a actuar de esa manera", finalizó.

El pasado sábado el juez Julio Bascuñán decidió dar por finalizado el encuentro entre San Marcos e Iquique, disputado en el Estadio "Carlos Dittborn", ante la reiteración de insultos racistas en contra de Emilio Rentería, quien marcó el 1-0 con que se definió el encuentro.