La Federación israelí de Fútbol decidió suspender el inicio de la temporada regular de la Liga de Fútbol que debería haber comenzado este fin de semana, debido a la guerra en Gaza.

La decisión fue adoptada tras una semana de polémica entre el Comando Central militar, que prohibió la concentración de multitudes en un área de 80 kilómetros alrededor de Gaza, y algunos clubes que presionaban para forzar el inicio.

Varios de estos clubes argumentaban que pese a que no se puedan celebrar encuentros en ciudades como Tel Aviv, Rishon Letziyon, Ashdod o Beersheva, objeto de los ataques con cohetes palestinos, otros partidos, como los programados en el norte del país, no deberían suspenderse.

"El jueves por la mañana, las conversaciones aún se mantenían. Algunos esperaban algún tipo de acuerdo con los militares, recordando que en ocasiones precedentes se permitió los partidos en zonas seguras del país", explicó el diario local Haaretz.

"Incluso si no se puede jugar en Beersheva, Ashdod, Ashkelon, Rishon Letzion y Tel Aviv, la primera jornada debe celebrarse como estaba previsto", añadió el diario.

Dueños de los clubes recordaban, asimismo, que de la misma manera la Federación israelí están presionado a Bélgica para que no se cancele el partido de clasificación para la Eurocopa 2016, previsto para septiembre.

Palestinos e Israelíes están involucrados desde el pasado 8 de julio en una guerra en Gaza en la que ya han muerto más de 2.050 palestinos -en su mayoría civiles-, 64 soldados en combate con las milicias y un civil israelí, un beduino y trabajador asiático alcanzados por alguno de los más de 3.000 cohetes lanzados.