El plantel campeón del mundo ya está en Alemania
El plantel llegó en horas de la mañana a Berlín, donde esperan una gran celebración.
La selección alemana aterrizó este martes en el aeropuerto berlinés de Tegel de regreso de Brasil con su cuarta Copa del Mundo, mientras en la Puerta de Brandeburgo esperan cientos de miles de aficionados para darle la bienvenida a la Mannschaft.
El avión especial de Lufthansa, bautizado con el nombre de "Fanhansa Siegerflieger" -juego de palabras entre fans, vuelo y vencedores- tomó tierra en el aeródromo berlinés con más de una hora de retraso debido a un problema técnico detectado antes de despegar de Río de Janeiro.
Centenares de personas e innumerables cámaras de televisión esperaban la llegada del avión en Tegel y recibieron con aplausos y gritos de júbilo al capitán de la selección, Philipp Lahm, el primero en aparecer con la Copa del Mundo en las escalerillas.
Tras él, todo el equipo, que tuvo un aperitivo de lo que le espera en Berlín al sobrevolar el avión antes de aterrizar las inmediaciones de la Puerta de Brandeburgo, corazón de la llamada "Milla del aficionado", el mayor espacio público del país para las transmisiones en vivo de los partidos del Mundial.
Ahí se concentran desde primera hora de la mañana miles de aficionados, que siguieron su llegada desde las mismas pantallas gigantes en las que los días previos habían visto los partidos del Mundial de Brasil.
Para la celebración se ha dispuesto de un escenario de 30 metros, que discurre en dirección hacia la adyacente Avenida 17 de julio, donde se espera que Götze y el resto del conjunto alcen el trofeo mundial ante la marea amarilla, roja y negra.
El escenario será el mismo en el que el equipo alemán, tras quedar tercero en el mundial de Alemania 2006, le dio las gracias al público local por el apoyo recibido durante el torneo.
La organización ha anunciado que tras el acto oficial con los jugadores, de una hora de duración, la celebración continuará cinco horas más con diversas actuaciones musicales que prolongarán la fiesta, a la que se espera que acuda medio millón de aficionados.