Argentina y Alemania chocan nuevamente por un Mundial
La "albiceleste" y el elenco germano vuelven a medirse por la cita planetaria.
Será su séptimo cruce por Copas del Mundo desde 1958.
Las selecciones de Argentina y Alemania volverán a chocar en un Mundial, esta vez por la final de Brasil 2014, instancia que marcará el séptimo enfrentamiento entre la "albiceleste" y el cuadro germano en el certamen planetario.
El primer choque se produjo en la Copa de Suiza 1958, en el marco de la primera ronda del campeonato y favoreció a la "mannschaft" por 3-1. Esa vez, Helmut Rahn (2) y Uwe Seeler sellaron el triunfo europeo, mientras que Orestes Corbatta puso el descuento para los trasandino.
La segunda confrontación entre sudamericanos y teutones se dio en la primera fase del Mundial de Inglatera 1966, se disputó en la cancha del Estadio Villa Park y finalizó 0-0.
20 años más tarde llegaría el tercer duelo copero entre ambos, cuando se midieron en la final de México 1986, con triunfo para Argentina por 3-2 gracias a los goles de José Luis Brown, Jorge Valdano y Jorge Luis Burruchaga... Sería la segunda consagración albiceleste en el campeonato intercontinental.
Cuatro años después, en Italia 1990, Alemania se cobraría revancha al superar a los trasandinos por 1-0 en la cancha del Estadio Olímpico de Roma, con un agónico tanto de Andreas Brehme, mediante lanzamiento penal.
Posteriormente, debieron pasar 16 años para que ambas escuadras volvieran a verse las caras en la cita planetaria. Fue en el Mundial de Alemania 2006, por cuartos de final. Aquella vez, tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario, la "mannschaft" se impuso en los lanzamientos penales por 4-2 en Berlín.
La sexta confrontación llegaría en Sudáfrica 2010, nuevamente en la fase de los mejores ocho y también favorecería a los europeos con un apabullante 4-0 en Ciudad del Cabo, cortesía de Thomas Müller (3 minutos), Miroslav Klose (68 y 89') y Arne Friedrich (74').
De esta forma, el historial por Copas del Mundo favorece a los germanos con tres victorias, dos empates y una derrota. No obstante, los sudamericanos buscarán demostrar que las estadísticas no cuentan y menos en una final.