Al menos dos personas fallecieron a consecuencia de un paro cardiaco en Argentina durante la semifinal del Mundial 2014 que enfrentó el miércoles a la selección albiceleste con Holanda, informaron medios locales.

En la provincia norteña de Santiago del Estero (a unos 950 kilómetros de Buenos Aires), un adolescente de 16 años murió tras sufrir un infarto después del primer penal atajado por el arquero argentino Sergio Romero.

Sucedió en la localidad santiagueña de La Banda, donde la municipalidad había instalado una pantalla gigante en una plaza para que quienes viven allí pudieran ver los partidos del equipo argentino.

Según fuentes policiales, el joven llegó al hospital ya sin vida, pese a los intentos de reanimación que le habían practicado.

"Ya en el tiempo suplementario decía que se sentía mal, que estaba nervioso, pero como todos estábamos así sufriendo por el partido nos reíamos y no creíamos que estaba tan mal", afirmó un amigo del fallecido.

La otra víctima fue un repartidor de diarios que murió en la ciudad cordobesa de Marcos Juárez, ubicada en el centro del país a unos 400 kilómetros de Buenos Aires.

Gustavo Offer, de 45 años, también sufrió un infarto cuando participaba de los festejos por el triunfo que dio al equipo dirigido por Alejandro Sabella el pase a la final del Mundial.