El británico Chris Froome, ganador del Tour de Francia 2013, abandonó la prueba gala tras sufrir una segunda caída en la quinta etapa, la tercera en dos días.

El ciclista del Sky, visiblemente afectado, subió al vehículo del equipo después de caer a falta de unos 66 kilómetros para la meta de Arenberg.

La lluviosa jornada entre el sur de Bélgica y el norte de Francia se reveló dramática para el ganador del Tour del año pasado, que afrontaba la etapa de los tramos adoquinados con problemas en una muñeca a causa de un percance similar la víspera entre Le Touquet y Lille.

Este miércoles, Froome cayó a 120 kilómetros para el final y sufrió contusiones y magulladuras en la parte derecha de su cuerpo y volvió a dar con sus huesos en el suelo a falta de unos 66. Ya no pudo seguir.

Visiblemente dolorido en el brazo derecho, el que no se había dañado el día anterior, el británico aguardó la llegada del coche de su equipo y, tras un momento de duda, decidió retirarse.

La baja del defensor del título se produce poco antes de que los ciclistas afrontaran el primero de los siete tramos adoquinados previstos en la jornada, después de que los organizadores prescindieran de dos por las malas condiciones meteorológicas.

Froome, de 29 años, aspiraba a conseguir un segundo triunfo consecutivo en el Tour, el tercero para un británico y para el Sky tras el de Bradley Wiggins en 2012, cuando Froome fue segundo.