A 28 días del comienzo del mundial, Brasil vivió una nueva jornada de protestas masivas contra los altos gastos del torneo y en demanda de mejores servicios sociales.

Más de dos mil personas marcharon este jueves en Sao Paulo, bajo el slogan "Copa sin pueblo, en la calle de nuevo".

Tras la manifestación, 20 personas fueron detenidas luego que rompieran los vidrios de una concesionaria y dañaran los autos en su interior.

En la ciudad de Recife, en la que los Bomberos y la Policía Militar se encontraba en huelga, se registró la mayor cantidad de disturbios, que dejaron 234 detenidos por robos, hurtos, tenencia ilegal de armas de fuego o asalto de propiedad privada.

Al finalizar la huelga, Joel Maurino, uno de los representantes de la Policía Militar, explicó que "paramos porque entendemos que la sociedad pernambucana no puede continuar sufriendo".

Mientras tanto, en Río de Janeiro, los profesores, acompañados por representantes de los manifestantes "indignados" de España y de Ocupa Wall Street, de Estados Unidos, también participaron de una marcha pacífica.

El periodista argentino Facundo Florio señaló que "estaremos durante el Mundial o hasta que nos echen. Sabemos que no vamos a parar el Mundial pero lo dificultaremos".

Una de las organizadoras de la protesta, Elisangela Silva, indicó que "el propósito de esta manifestación es reclamar por los gastos excesivos con el Mundial y la falta de preocupación con la población. Es una omisión general. Falta salud, faltan hospitales, faltan escuelas".