Quince triunfos, 10 empates y nueve derrotas no son los mejores ni peores números en la campaña de un técnico. Incluso a simple vista es una campaña regular, pero qué pasaría si a aquellos números se le agrega que el estratega tiene una pésima relación con la prensa y que además critica de manera abierta a los refuerzos, dirigentes y al plantel de su propio club.

Esta es una resumida historia de los 187 días de Marco Antonio Figueroa al mando de Universidad de Chile, el entrenador que una vez más tuvo una abrupta salida de un club y nuevamente por culpa de su peor enemigo: su carácter.

El 12 de julio de 2013 asumió Marco A. Figueroa como nuevo entrenador del conjunto azul. La dirigencia de U. de Chile quiso tomar precauciones del conocido carácter del técnico y lo advirtió: Nada de polémicas, de rencillas con la prensa, o con los jugadores del plantel.

El inicio fue tranquilo, pero con el pasar del tiempo el técnico retomó su personalidad y sumó nuevos episodios a su largo historial de polémicas, aunque ahora vestido con el uniforme azul.

Polémica en vivo y en directo

"Este señor me critica hace cuatro años. El quiere ayudar a sus amigos criticando a los técnicos chilenos. Es un mal tipo, y se lo digo en su cara". Estas fueron las palabras que tuvo el "Fantasma" hacia Fernando Solabarrieta tras el duelo de la U ante I. del Valle por Copa Sudamericana.

El entrenador encendió la polémica en una entrevista que se emitía en vivo, y donde además se autodenominó como un técnico exitoso y ganador, razón por la cual provocaba envidia en el medio futbolístico. Esta situación no cayó bien en la hinchada azul, quienes a través de las redes sociales expresaron su reproche a Figueroa.

Criticas abiertas al plantel

La relación con el equipo de U. de Chile también sufrió sobresaltos, a pesar de que los jugadores azules se manifestaron en repetidas ocasiones a favor de la continuidad del ex delantero.

La primera polémica contra los jugadores fue tras caer por goleada ante Lanús por la Copa Sudamericana 2013. El capitán azul, José Rojas, cuestionó su ubicación como lateral izquierdo indicando que era una posición en la cual no podía rendir al 100 por ciento. Las declaraciones no fueron del gusto del entrenador y decidió excluir al jugador del siguiente partido.

Aunque la gota que rebalsó el vaso ocurrió el jueves 9 de enero, cuando Figueroa señaló en plena conferencia de prensa que "me da risa cuando dicen que tengo el mejor plantel de Chile", además de cuestionar la llegada del central argentino Matías Caruzzo.

Por si fueran pocas las críticas hacia el plantel, Marco A. Figueroa también apuntó a los dirigentes de Azul Azul, señalando que "cuando llegué, el equipo estaba armado, pero yo necesito dos jugadores que me llenen, para jugar de la forma que me gusta, porque el único responsable de los resultados soy yo. No lo es ni el señor Carlos Heller ni el señor Yuraszeck".

Tras estas palabras, U. de Chile perdió dos encuentros de manera consecutiva en el Torneo de Clausura y la relación entre jugadores y técnico se quebró abiertamente.

Al parecer todo esto jugó en contra del polémico técnico que se autodenomina como uno de los "más exitoso de Chile", quien este 15 de enero, una vez más, se marchó de un club sin copas, sin éxitos, pero con muchas criticas hacia su carácter, tal cual como ocurrió en sus pasos por las bancas de Universidad Católica, Everton, San Felipe y Cobreloa.