Fernando Astengo: Roberto Rojas tenía varios cortes en la cabeza en el Maracaná
El ex zaguero central aseguró que además de Roberto Rojas, hubo otros jugadores implicados.
El ex defensor Fernando Astengo reveló nuevos detalles de lo ocurrido en el Estadio Maracaná en septiembre de 1989, con Roberto Rojas como protagonista al ser partícipe del mayor escándalo que recuerde el fútbol chileno.
En la ocasión, el otrora portero se cortó la ceja luego de un falso golpe producto de una bengala.
"En Juan Pinto Durán y antes del viaje a Brasil, Roberto dice en el camarín 'Podríamos dejar la cagada'. Yo jugaba entonces en Gremio y le respondí que era imposible que le pasara algo con la hinchada, porque en esa cancha uno está muy lejos del público. El tema quedó ahí y por eso desmiento lo que hace poco declaró Jaime Ramírez, sobre una supuesto acuerdo que él habría escuchado en una comida en el propio Complejo", partió contando el ahora técnico en conversación con el programa "Fútbol y Demases", del canal Vive! Deportes.
"En la cancha primero vi a Roberto con un hilito de sangre en la cabeza. Me fui a hablar con el árbitro argentino Juan Carlos Loustau mientras lo atendían y a la vuelta estaba bañado en sangre, lo que me impresionó. Ahora digo que en el papel lo habían atendido en la cancha, pues para mí fue evidente más tarde que alguien le hizo varios cortes en la cabeza. En el camarín le sacaron algo de pelo para curarlo y vi que no sólo estaba cortado en la ceja, sino que además tenía más heridas en la cabeza. Me quedé mudo y fue en el vestuario donde capté que todo era falso", añadió.
Y Astengo fue más allá dado que aseguró que hubo "un grupo que se concertó para hacer el montaje del Maracaná. Creo que aparte de Roberto son cinco personas, entre ellas algunos jugadores. Pero a esta altura de la vida no les quiero hacer daño por sus hijos, nietos, esposas y trabajos. Yo sufrí el dolor de no jugar y perdí mucho, porque después de esas clasificatorias me iba de Gremio a la Lazio en Italia. Asumí culpas ajenas, pero no daré nombres, aunque espero que en un momento alguna de esas personas diga toda la verdad".
"Fue una estupidez mía asumir la responsabilidad del retiro del equipo en mi calidad de segundo capitán, lo que me significó el castigo de la FIFA, que años más tarde me declaró inocente. En el túnel paré a todo el equipo, les dije que lo que hacíamos era complicado y que cada uno me repitiera su posición. Y el único que quería seguir jugando era Jaime Pizarro. En el vestuario, el doctor Sergio Stoppel (presidente de la ANFP de entonces) dijo que nos quedáramos tranquilos porque no volvíamos a jugar, y fue él quien formalmente retiró al equipo al firmar una planilla", concluyó.