Policía brasileña presentará cargos contra cuatro jugadores de Arsenal de Sarandí
Tras la pelea desarrollada en el duelo contra Atlético Mineiro.
Un uniformado recibió un puñetazo del argentino Jorge Ortiz.
La policía brasileña anunció que presentará cargos contra cuatro futbolistas de Arsenal de Sarandí por la pelea ocurrida tras el partido ante Atlético Mineiro del Grupo 3 de la Copa Libertadores, en la ciudad de Belo Horizonte.
La coronel Claudia Romualdo, comandante de la Policía Militarizada de Minas Gerais, afirmó a la prensa que se identificó a cuatro jugadores que agredieron a uniformados después del encuentro jugado la noche del miércoles.
"Presentaremos cargos por conductas individuales (...) un policía fue agredido con un puñetazo. A mí me pegaron también", afirmó Romualdo.
Varios agentes policiales sufrieron heridas leves y contusiones en el enfrentamiento ocurrido en el césped, según mostró la televisión brasileña.
La policía retuvo a todos los jugadores del equipo argentino en los vestuarios más de una hora después del final del compromiso, mientras identificaba a los supuestos agresores.
Los cuatro futbolistas acusados de cometer las agresiones, cuyos nombres no han sido conocidos públicamente, fueron llevados a una comisaría de Belo Horizonte para declarar y el resto de la delegación argentina fue puesta en libertad, según la misma fuente.
Los hechos en la cancha y camarines
El primer conato de pelea ocurrió en el descanso de dicho encuentro en el descanso, aunque la situación empeoró tras el pitazo final, cuando los trasandinos recriminaron por su actuación al árbitro, el paraguayo Enrique Cáceres.
La policía intervino entonces para proteger al juez y a sus asistentes, lo que derivó en una gresca generalizada en el césped entre los jugadores argentinos y los agentes antidisturbios.
En medio de la trifulca, el mediocampista Jorge Ortiz propinó un puñetazo en el rostro a un uniformado, según las imágenes televisivas.
Después, la policía cercó a la delegación visitante en el vestuario, mientras que el presidente de Arsenal, Julio Ricardo Grondona, hablaba con los responsables policiales.
El timonel de Atlético Mineiro, Alexandre Kalil, afirmó a periodistas que los futbolistas trasandinos destrozaron las instalaciones del camarín.