Luego de la decisión de la jueza Valeria Vega, la que dejó libre al autor confeso del crimen del barrista Claudio Lincaqueo, el Gobierno, en voz del ministro Rodrigo Hinzpeter, rechazó todo tipo de violencia, esto en representación "del sentido común".

El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, declaró que "quiero alzar la voz en representación del sentido común, en representación de los ciudadanos y ciudadanas del nuestro país, en representación de los chilenos que quieren vivir con tranquilidad y que rechazan todo tipo de violencia, particularmente la violencia asesina o la violencia homicida".

Mientras tanto, la Corte de Apelaciones de Santiago deberá resolver la situación del autor confeso, Pablo Ávila, y determinar si hubo errores en el proceso investigativo.

El presidente del Tribunal de alzada, el ministro Patricio Villarroel, señaló que "si hay un error la Corte lo va a corregir porque son tres ministros los que resuelven ahí y de gente con experiencia que ha visto causas criminales muchas veces".

Avila se encuentra en libertad y sus cercanos temen represalias contra él, por lo que aseguran permanece oculto.