El corredor sudafricano Oscar Pistorius, cuyas piernas fueron amputadas cuando tenía sólo 11 meses de vida, participó en los 400 metros planos en los Juegos Olímpicos, logrando llegar en segundo lugar gracias a la utilización de unas prótesis elaboradas con fibra de carbono que le permitirán competir a mismo nivel que atletas sin discapacidades.

El deportista puede correr gracias a  estas especies de "cuchillas" que le han dado el apodo de "Blade Runner", diseñadas por la compañía islandesa Össur.

Las "Cheetah" son hechas a  medida, diseñadas especialmente para hacer deportes ya que imitan la acción de la articulación anatómica del pie y el tobillo de los corredores, ayudando así a compensar la fisiología limitada del usuario, según consignó el sitio de tecnología Fayer Wayer.

La "curva J", que forma la prótesis, se comprime con el impacto al correr y vuelve a su forma original, liberando la energía almacenada y propulsando al atleta hacia delante, lo que no le otorga ventaja por sobre otros corredores porque fisiológicamente son iguales, consumen  la misma cantidad de oxigeno, pero mecánicamente son distintos ya que el cuerpo se mueve de otra manera para adaptarse con la prótesis.

El apoyo mecánico permite que Pistorius, al igual que sus pares en competencia, use toda la capacidad de sus pulmones para respirar, cuide su alimentación para conseguir energía y emplee toda la fuerza del resto de sus músculos para impulsarse.

Pistorious ha practicado deportes desde su adolescencia, participó en los Juegos Paralímpicos de Atenas en 2004 y en 2011, tras participar en una serie de carreras con corredores normales, alcanzando su mejor tiempo de 45,07 segundos en 400 metros, fue incluído en el equipo olímpico de Sudáfrica.