Ex DT de Fiorentina pidió perdón y recibió el apoyo de los hinchas
Delio Rossi se despidió del club tras ser destituido por agredir a un jugador.
Los aficionados violetas le dieron muestras de cariño en su adiós.
El ex técn
Rossi apareció este viernes ante los periodistas para disculparse y también despedirse de ellos y de la afición del equipo toscano después de haber sido destituido tras este gesto, que además le costó tres meses de inhabilitación.
El ex entrenador de Atalanta, Lazio y Palermo agredió a Ljajic, después de que éste lo aplaudió irónicamente tras ser sustituido y después le dirigió "algunas palabras", cuando Fiorentina perdía 0-2 en casa ante Novara.
"Me gustaría matizar que he visto tantos moralistas que se han permitido dar juicios de valor sin haber vivido la situación, sin saber la historia de un hombre, sin saber de quien hablaban".
Rossi explicó una carrera en sus inicios dedicada a los niños, a los trabajadores, a quienes enseñaba a jugar al fútbol y como nunca había levantado un dedo contra nadie, ni siquiera a sus hijos.
"Pero hay algunos puntos por los que no transo: el respeto por mi persona, por el trabajo, por el equipo que entreno y por mi familia. Se ha tocado todo esto", dijo. Por ello, añadió: "Mi gesto ha sido deplorable, pero humanamente comprensible".
Apoyo de los hinchas
Los medios de comunicación se hicieron eco de algunos rumores en los que se asegura que Ljajic le dijo: "Eres más retrasado que tu hijo".
Después, Rossi no quiso entrar en más polémicas y lanzó un llamamiento a la afición "viola" al pedirles que sigan apoyando a su equipo que con seguridad permanecerá en la Serie A (la primera división italiana).
Una afición que a pesar de la agresión siempre ha apoyado a Rossi al considerar que a veces "un niñato como Ljajic se merece dos guantazos".
Este viernes, en una de las entradas del Estadio "Artemio Franchi", se pudo ver una pancarta en la que se leía: "Tú, un hombre te has demostrado, aunque de mercenarios rodeado".
A su salida, Rossi fue rodeado de unos 50 aficionados de "la Fiore" que lo abrazaron entre lágrimas y le pidieron "que no se quitara el traje oficial del club" que aún llevaba el técnico.