Hinchas de Al Ahli pidieron "justicia" con marchas en El Cairo tras tragedia en Egipto
Miles de hinchas se congregaron en las afueras de la sede del cuadro egipcio en repudio a lo sucedido.
Los manifestantes le adjudicaron responsabilidad a los infiltrados que ingresaron a la cancha al término del cotejo.
Los hinchas del equipo de fútbol egipcio Al Ahli salieron a las calles en multitudinarias marchas por el centro de El Cairo para pedir "justicia" por la masacre ocurrida en la ciudad costera de Port Said, hecho que cobró la vida de 74 personas.
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Entre banderas de Egipto y del Al Ahli, los manifestantes, en su mayoría jóvenes y muchos menores de edad, exigieron depurar responsabilidades de esta masacre de la que acusan a la negligencia de las fuerzas de seguridad. La ira de la muchedumbre se descargó contra la cúpula militar y su jefe, el mariscal Husein Tanatui, tras lo cual comenzaron a pedir su renuncia inmediata.
"La policía es la responsable de la masacre. Hay que llevar a la cárcel a los responsables", comentó a la agencia internacional EFE, el joven Mustafa, de 27 años, quien es aficionado al otro gran club egipcio, Zamalek, e hizo hincapié en que en esta jornada no tiene cabida la rivalidad entre equipos.
Además, un policía que es hincha del cuadro de Al Ahli, y que se identificó con el nombre de Mohamed, expresó a la agencia internacional que al momento de la tragedia había en el lugar partidarios del antiguo régimen del presidente Hosni Mubarak, quienes se infiltraron entre los hinchas de Al Masri e iniciaron la batalla campal contra los seguidores forasteros.
Según testigos del encuentro, los hinchas de Al Masri saltaron al final del partido al terreno de juego para atacar a los jugadores y aficionados de Al Ahli ante la pasividad de las fuerzas del orden.
Para el agente Mohamed, "el problema en la policía son los oficiales, porque pertenecen al antiguo régimen y se creen reyes que pueden hacer lo que quieren".
Durante la manifestación pública de la jornada, cientos de personas se congregaron en un ambiente cargado de tensión, en un escenario que ha sabido en los últimos meses de asaltos y sangrientos choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad.