Las reacciones a la elección de la cantante estadounidense Madonna como la artista principal para que actúe en el intermedio del partido del Super Bowl XLVI, que se va a disputar el próximo 5 de febrero, han sido de entusiasmo tanto dentro del ámbito deportivo como a nivel artístico.

La cadena de televisión NBC, que tiene los derechos de trasmisión del evento deportivo más importante del año en Estados Unidos, confirmó que había recibido todo tipo de felicitaciones por la elección hecha y reiteró que el espectáculo artístico no iba a defraudar a nadie.

El partido del Super Bowl XLVI se va a disputar el domingo 5 de febrero, en el Lucas Oil Stadium, de Indianápolis, donde los aficionados locales trataran de compensar la gran frustración de no tener a su equipo local -los Colts- en la lucha por el título, pero si la garantía de un gran espectáculo artístico musical.

Nadie duda que Madonna, a sus 50 años, responderá en plenitud a lo que ya se considera el evento musical más popular del año en la televisión estadounidense.

El pasado febrero, en el Cowboys Stadium, de Arlington (Texas), donde se disputó el Super Bowl XLV, y que ganaron los Packers de Green Bay al vencer 31-25 a los Steelers de Pittsburgh, más de 162 millones de personas vieron el espectáculo que protagonizó el grupo pop estadounidense de los Black Eyed Peas.

Madonna, ganadora de varios premios Grammys, que fue admitida en el Salón de la Fama del Rock & Roll, pasará a integrar un selecto grupo de artistas que se han presentado en otros espectáculos musicales del Super Bowl.

Figuras y leyendas de la música como Bruce Springsteen & The E Street Band, Prince, U2, Paul McCartney, The Who y The Rolling Stones, entre otros, ya han tenido la gran oportunidad de actuar en el intermedio del Super Bowl.