El panorama del tenis chileno en medio de su etapa de "recesión"
Marcelo Ríos, Fernando González y Nicolás Massú lideraron una generación dorada que está llegando a su fin.
En la actualidad, el tenis nacional aún busca sucesores que sean capaces de repetir los éxitos alcanzados en los últimos 15 años.
Algo que a muchos les cuesta aceptar, cada día se hace más evidente: Chile, tras 15 años llenos de éxitos tenísticos, está entrando en una etapa de "recesión", hecho acentuado con el descenso al Grupo 1 de la Zona Americana de Copa Davis.
Baluartes como Nicolás Massú (442° del mundo) y Fernando González (297°) ya se encuentran en la etapa final de sus carreras, tenistas como Paul Capdeville (101°) y Jorge Aguilar (238°) no convencen a la hinchada, mientras jugadores como Guillermo Rivera (292°) y Cristóbal Saavedra (326°) reciben poco apoyo monetario y menor cobertura mediática.
Algunos ponen sus fichas en los promisorios Bastián Malla y Christian Garín, pero a los 15 años ambos están a unas temporadas de insertarse en el profesionalismo.
Los logros de la generación saliente
El mejor tenista chileno de todos los tiempos, Marcelo Ríos, dejó un legado que será difícil de repetir, al conseguir cinco torneos de Masters Series (Masters 1.000 en la actualidad) y ocupar el primer lugar del ranking ATP durante seis semanas en 1998.
Massú y González, en tanto, le dieron al deporte nacional la mayor satisfacción de su historia con la medalla de oro en dobles en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. El viñamarino repitió el plato con otra presea dorada en singles tras vencer en un épico partido al estadounidense Mardy Fish.
El finalista del Abierto de Australia 2007 alcanzó el lugar número cinco del planeta en 2007, mientras Massú fue el noveno mejor jugador del mundo tres años antes. Ambos también fueron pilares en la obtención de dos títulos en el Mundial de Düsseldorf, en un torneo que ha perdido trascendencia con el pasar de los años.
Los tenistas de "transición"
No cabe duda que Paul Capdeville es el jugador que lidera el segundo "escalón" de los tenistas chilenos. Si bien los logros del alguna vez número 76 del mundo no son de gran relevancia, las críticas que recibe del público -seguidor o no seguidor del tenis- muchas veces son exageradas.
Jorge Aguilar y Guillermo Hormazábal (418°) asomaban como grandes promesas tras quedarse con el Mundial sub 16. Sin embargo, 10 años después, solamente el primero ha mostrado breves destellos de su talento en una carrera que se ha visto afectada por la falta de regularidad y apoyo monetario.
El veredicto aún no es definitivo en los casos de Guillermo Rivera (22 años), Cristóbal Saavedra (21) y Hans Podlipnik (400°- 23 años). El sanfelipeño ha sido, después de Capdeville, el tenista nacional con mejor campaña en 2011. El seguidor casual de tenis apenas conoce su nombre, pero en estos momentos es el número tres de Chile y se mantiene en constante ascenso.
Saavedra aún no consigue dar el salto hacia los torneos challenger, pero actualmente disfruta de su mejor ranking histórico. Podlipnik, en tanto, está cumpliendo una buena temporada en torneos Futuros, lo que mantiene vivas sus opciones de seguir escalando en el circuito.
Futuras cartas de Copa Davis
La verdad es que ninguno de los tenistas de "transición" asoma como la próxima gran figura del tenis chileno. Sin embargo, con la generación de González y Massú es sus últimos años, opciones como Rivera y Saavedra son válidas para complementar a Capdeville y Aguilar durante las temporadas venideras en la Copa Davis, donde se intentará regresar al Grupo Mundial.
En el caso de González, la potencia y dinámica de sus golpes permanecen intactas. El gran problema sigue siendo su lesión en la rodilla derecha, que le ha impedido participar con normalidad en el circuito y lo tiene con un ranking que no representa su nivel
Por su parte, Massú ha visto reflejada su merma física en sus opacos resultados de las últimas campañas, principalmente en torneos challenger. El viñamarino viene sufriendo una serie de lesiones menores que le han quitado movilidad y potencia en sus impactos.
Jugadores de 18 años como Matías Sborowitz y Benjamín Ugarte no asoman como grandes proyectos en el futuro, por lo que todas las fichas están puestas en Bastián Malla y Christian Garín como potenciales estrellas del tenis chileno y de Copa Davis.
"Recambio" no garantizado
Malla y Garín, campeones mundiales sub 14 en 2010, tomaron la arriesgada pero correcta determinación de participar en torneos juveniles de 18 años, y con buenos resultados han confirmado que son las principales cartas para convertirse en el "recambio" del tenis chileno.
La pregunta que queda es: ¿Ahora qué? La verdad es que no resta más que esperar algún torneo inspirado de un González sano, una que otra buena actuación de Capdeville y Aguilar, y que Rivera, Saavedra o Podlipnik puedan mejorar para acercarse al Top 100.
Lo evidente es que no hay nada garantizado en el futuro inmediato del tenis chileno, dentro de una época de "recesión" para el deporte blanco en nuestro país.