Uno que deja el plantel de Universidad de Chile tras la conquista del Torneo de Apertura es el volante de contención Felipe Seymour, quien parte al fútbol italiano para enrolarse en las filas de Genoa. El jugador expresó que es un sueño irse como campeón.

"Esto es el sueño de cualquier jugador de irse campeón, pero me gusta la forma, ya que nos habían dado por muerto y dimos la vuelta. Feliz por lo que me entregó la institución y ahora viene un nuevo desafío", dijo el volante.

Sobre su partida a Europa dijo que "es un cambio fuerte, ya que voy a una de las ligas más competitivas del mundo y lo quiero enfrentar con responsabilidad, profesionalismo y sé que llego a una etapa donde tengo que dar todo".

Seymour terminó con lágrimas la primera final ante la UC, el jueves 9 de junio, tras caer por 2-0 y este domingo también lloró, pero de felicidad por la obtención del título. El volante aseguró que nunca perdieron la fe.

"Fue un momento muy fuerte, tal vez una impotencia por un resultado que no esperábamos y ahora es un sueño, ya que dimos vuelta un resultado que parecía imposible frente a Católica, que mostró todo el semestre ser un gran equipo y metimos esos cuatro goles, dimos la vuelta y feliz por la gente y el grupo que nunca perdió la fe".

Al ser consultado por cuál fue la motivación del equipo para revertir la situación adversa ,indicó que "todo lo que hemos pasado estos cinco meses, las penas las alegrías y lo que nos marcó fue la venta de entrada del viernes, cuando nos avisan que habían cinco mil personas a las seis de la mañana y eso nos permitió creer en nosotros y es un conjunto de cosas que se vio reflejado en el resultado".

Por último, se refirió al estímulo que tuvo el plantel en el entretiempo. "Tuvimos una arenga motivacional, ya habíamos convertido dos goles y estábamos a dos de dar una vuelta. Eran 45 minutos en donde se acaban seis meses de trabajo, donde habíamos dado todo. Esto es para la gente y nuestras familias", manifestó.