Juez que dirigirá la final espera hacer "un partido perfecto" y que "nadie hable de los árbitros"
El ex policía inglés Howard Webb aseguró que es un honor dirigir el último partido de la Copa del Mundo.
El ex policía inglés Howard Webb, encargado de dirigir la final del Mundial Sudáfrica 2010 entre Holanda y España, aseguró que es "un gran honor" tener esa oportunidad y consideró que "el partido perfecto es aquel en el que nadie habla de los árbitros".
Webb, de 38 años, admitió que están "muy contentos" porque "es un gran honor y un privilegio" dirigir la final, un partido "muy importante para todo el mundo" y que "se produce sólo cada cuatro años".
El inglés, que ya dirigió a España, (cuando cayó con Suiza en la fase grupal), explicó que tanto los hispanos como Holanda son equipos que practican el juego limpio, "tienen buena reputación y pocos problemas disciplinarios".
Webb valoró el nivel del arbitraje durante el Mundial, opinó que hubo "muy pocos" errores y aseguró que "los dos mejores equipos son los finalistas y no es por decisiones del arbitraje".