El técnico de Paraguay, el argentino Gerardo Martino, cree que su equipo puso "más corazón que juego" en su partido de octavos de final ante Japón, al que eliminó en la tanda de penales después de empatar 0-0 durante los 90 minutos reglamentarios y el alargue.

Tras el partido, el entrenador explicó que el duelo ante el conjunto nipón fue "muy cerrado", pero que Paraguay "hizo un poco más" para ganar. Luego, "la suerte de los penales" hizo el resto.

"Sin hacer un buen partido merecimos algo más. Tuvimos la suerte de nuestro lado en los penales. No se puede achacar nada en cuento a entrega y solidaridad. Los dos equipos hicieron un esfuerzo muy grande. Hubo poco fútbol, lamentablemente".

Aunque el combinado sudamericano no gozó de muchas ocasiones, Martino no quiso criticar a sus delanteros, "porque para que ellos tengan opciones, sería mucho mejor que la pelota les llegara de una forma de un poco más ventajosa".

La "tensión y la angustia del partido", según argumentó, impidió ver un Paraguay más entonado y "asumiendo más riesgos", pero también quiso valorar el esfuerzo que hicieron sus jugadores, "que fue extraordinario".

El estratega argentino también restó importancia a lo que consiguieron en este partido. "No le quitamos valor a estar entre los ocho mejores de la Copa del Mundo, pero todavía no me animaría a decir que éste ha sido mi logro más importante".

Ahora, Paraguay se enfrentará en cuartos al vencedor del España-Portugal, y Gerardo Martino espera encontrarse con un encuentro distinto al que disputó su equipo frente al combinado nipón.

"No son rivales más cómodos, por la enorme calidad de los jugadores que ambos poseen, pero son equipos que, además de jugar muy bien, también te dejan más espacios", indicó.