El Mundial de Sudáfrica 2010 cobró su primera victima en la dirección técnica, puesto que el entrenador de Camerún, el francés Pau Le Guen, renunció a la banca africana por los magros resultados conseguidos en la cita planetaria, en donde perdieron todos sus compromisos.

"Mi contrato está a punto de expirar y está claro que lo voy a dejar. Tal vez no he tenido éxito en mi intento de conjuntar un equipo", declaró tras la derrota frente a Holanda.

Le Guen, al igual que como otros tres técnicos franceses antes que él, ha sido incapaz de conseguir una sola victoria con Camerún, no quiso poner excusas. "No quiero acusar a nadie ni poner excusas. Creía que íbamos a obtener mejores resultados", dijo.