Esta vez precedida de la espectacularidad que rodea a los mejores del mundo, la triatleta ADO Bárbara Riveros ya se alista para largar este sábado en Seúl, en la segunda fecha de la World Championship Series (Series de Campeonato Mundial).

La chilena es señalada en los sitios de Internet especializados como la competidora para ver en esta carrera, dada la expectación creada en el deporte combinado luego de su macizo y sorpresivo triunfo en la primera fecha de la ronda, en Sydney. Y en definitiva será una de las 56 deportistas que largará en la jornada sabatina, a las 21:00 horas de Chile (01:00 GMT).

El panorama actual de la especialista nacional es muy distinto al que se veía al cierre del ranking mundial 2009, cuando terminó 25ª. Esta vez, gracias a su triunfo en Australia, Riveros supera en la nómina nada menos que a la ganadora del circuito 2009, bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing y tercera en la pasada fecha de Sydney, la australiana Emma Moffatt, así como a otras connotadas triatletas.

En la capital coreana, la chilena descansa este martes luego de un viaje de casi 10 horas desde Canberra, su centro de operaciones en Oceanía. Desde Seúl, la triatleta reflexionó acerca del hecho de llegar por primera vez a una fecha del circuito como número uno y se refirió a su temprano triunfo en la prueba anterior.

"Estar situada en la posición número uno es una arma de doble filo, ya que todos esperan muchísimo de ti, siendo que mi carrera como profesional recién comienza. La verdad es que es un tema complejo, que si no lo manejo bien puede conducirme a lugares que no deseo. Mi desempeño en Sydney me dejó algo choqueada por tal hazaña de 'la Chicka'', como me dicen. Comencé a preguntarme por qué logré colocarme la preciada dorada tan pronto, recién en el comienzo de mi carrera profesional. Es un logro que no tenía ni por si acaso en mente", dijo.

"En Sydney se me dieron las cosas, fue mi día. Pero tengo que seguir trabajando muy duro, con la mente fría y en paz, con mucha paciencia, sin presiones. Aún tengo mucho que aprender y mucho por madurar como persona y como triatleta. La gente aquí me pregunta ¿Y cómo estamos para Seúl? Y yo les digo 'ya veremos cómo Bárbara puede desafiarse a sí mima'", agregó.

Una dura prueba

En el análisis previo, ciertamente que la carrera sabatina será más complicada que la de Sydney para la chilena. Se trata de un circuito totalmente llano, que prioriza las opciones para que quienes salgan primeras de la natación se agrupen en un pack de ciclistas que difícilmente podrá ser alcanzado por las demás pedaleras.

Riveros tiene un trote demoledor y si logra ubicarse en ese primer grupo, o muy cerca de ellas, podrá tener opciones de volver a pelear los lugares de privilegio. Pero ello dependerá absolutamente de su desempeño en su fase más débil, la natación: según las estadísticas, si logra emerger a un máximo de cinco segundos de las líderes, tendrá opciones de pegarse a las de avanzada en la bicicleta. Si no, el panorama será más complicado.

"Este es un circuito muy llano, por lo que será más difícil que mis fortalezas se vean totalmente reflejadas. En Sydney tuvimos un trazado algo más duro y técnico, donde el pack de punta no pudo marcar ninguna diferencia en el tramo de bici. Eso permitió que mi pack, en el que trabajamos duramente, les diera alcance. Y de ahí en adelante, en el trote, donde teníamos que hacer cuatro veces una pequeña subida, las condiciones del circuito se dieron para que yo pudiera desplegar algunas de mis fortalezas", analizó Riveros.

"En Seúl las cosas serán distintas, pero daré lo mejor. Uno nunca sabe qué pasará en carrera y hay que dar el ciento por ciento", añadió.